jueves, 22 de mayo de 2008

El Quattrocento italiano: el legado clásico


A comienzos del S.XV se produce en Florencia una transformación de los aspectos formales y temáticos, y de la función del arte y el artista, profundamente radical. Por parte del Filipo Brunelleschi, el escultor Donatello, el pintor Masaccio y el escritor y arquitecto León Bautista Alberti. Todos ellos son reflejo de una sociedad nueva, en la que la autoridad reside en un burgués acaudalado que se beneficia del trabajo cada día más rentable de artesanos y comerciantes. Esta sociedad materialista, está intersada en la objetividad de las cosas, le interesa más el mundo concreto de la naturaleza y el hombre. Se explica así el sentido experimental que el arte cobra en esta época, su valor de ciencia y su cambio temático, volcado a la representación del hombre y la naturaleza, cuya fuente de inspiración encontrará en el arte de la Antiguedad Clásica. Fruto de este sentido racional y objetivo otorgado al arte en el Quattrocento se plantea la necesidad de representar verídicamente el espacio. La forma de representación es la perspectiva geométrica, una visión matemática de la realidad en la que las figuras y objetos representados se encuadran en un haz de líneas que convergen en unpunto, llamada pirámide visual. La representación del espacio es racional, reflexiva e intelectual. Pero resultará artificial para los autores posteriores, que la tachan de inmóvil, al no contar más que con un único punto de vista. También se establece un teoría de la proporcionalidad en la arquitectura y en la escultura.

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